Dywysoges 'n ddeheuol

Diseño Fotográfico
Diego Martín Antón

Dywysoges 'n ddeheuol
(Princesa del Sur)

A Geraldine Mc Burney...

Germinan florecidas las sonrisas de su encanto.
Ella, cobija el matiz del sol en su pelo,
rozan las liturgias en sus pies descalzos.

(Alma de niña curiosa, mujer cuentos dorados.)

Los robles enaltecen el sentir de sus pasos,
detienen en sus ojos vivos. Un verde calmo.

Inevitables arroyos fluyen afables y claros.
Néctar en su corazón altruista.
Edén de ilusiones venideras, flor de antaño.

Musa de las brisas intuitivas, tinta e ilusión,
cisne rozagante en los espejismos de mis lagos.

Buscando en su paz absoluta,
un solaz, destellos eternos.
Remansos de letras exclamo.

Niña de las lunas sureñas,
elixir de los madrigales calmos.
Yacen metáforas ciertas, en sus labios.

Belle Fleur

Diseño Fotográfico
Diego Martín Antón

Belle Fleur

Papeles en blanco,

en su nombre.

Desnudos.

Letras desprolijas

ejercen renglones.

Su fe, mis espacios.

Inconclusos.

Pliegues a mi alma

tinta a sus susurros,

si ella fuera ilusión.

No hay conjuros.

Late mía, en cada rincón

incursiona mis gustos.

Odas simple del corazón.

¡Confesión aguda!

(Amo sus susurros)

Crisálida

Diseño de Imágen
Diego Martín Antón

Crisálida

Humus visearles
crispan contextos,
ella, remolino ágil.
Transcribe momentos.

En sus ojos, nubes rojas,
apéndices de mis egos.

Despega de sus culpas,
sobrevolando el aire.
Anclando mis hemisferios.

Yugos carnales
huérfanos silencios.

Ella me transporta
a su universo.

Mayólicas máscaras
observo,
lejano al suelo.

Perfiles ilusorios,
en su lodo acento.

Ella, remolino ágil.
Hace catarsis urbana
de mis silencios.

Patagónico

Fotográfia

Rubén Sotera

Patagónico

Fui racional, veta y decidía.

Una roca gélida e indemne

esculpida a ceño de un paredón.

Cinceladas en mis huesos habitan.

Fui impredecible, barro y canción.

Arena en las manos esquivas

de algunas dunas sentidas

que el viento jamás exhalo.

Pero soy tempestad, calma y arritmia.

Canción absuelta de alguna opinión,

sonido erróneo, improvisión de voz.

Alas libres para tantas cadenas frías.

Mi pluma no vuela por simple inercia,

levita si existe contextos para una oración.

Párrafos profanos hacia mi corazón de tinta.

Fui iceberg, deshielo eterno y calor.

Hoy suspiro del viento patagónico,

remanso de valles, grito de cañadón.

Alma para mi sangre, letras y cenizas.

Alado

Diseño Fotográfico
Diego Martín Antón

A Doña Chloé (Barcelona)

Alado

Quise desplegar mis alas
atravesando infiernos,
con el alma chamuscada
me aferre a este suelo.

Camine por fríos callejones,
tugurios impropios de tiempo.
Descubrí que existen amaneceres ciegos.

Aprendí que el sol
no brilla para todos
y eso que el cielo
es por demás inmenso.

Asimilé que las personas
solo suelen mirarse,
en ficticios espejos.

Comprendí muchos valoran
solo lo que ostentan
y que poco estiman
verdaderos sentimientos.

Aprendí, a caminar descalzo
porque no llevo dinero,
a repartir las sobras
de algún opulento.

Solo quise desplegar mis alas
atravesando infiernos,
pero hoy me quema el alma.
Al sentir tanto dolor ajeno.

Fuerza G

Pintura: Miguel Ángel Concepción

(Huelva - España)

Fuerza G

Fluir desde la omisión difusa de las palabras,

Surgir.

(ecos centrífugos golpeando sin pudor las almas)

(Nuestras voces inmersas arrojan insípidas plegarías)

Sentir

cenizas que calman.

Torbellinos de fuego.

Vivir.

Ira.

Redención.

Intentos conjugan mis ansías.

Me elevo

tan distante de mí.

Para morder y acariciar.

Tus alas.

Fluir desde tus sombras profundas.

El ph

en mis heridas desnudas descansan.

Sentir.

Desde el eco ingenuo que perdura.

Fluir.

Sentir

(mis manos se enredándose en tu figura)

Fluyen tormentas inversas.

Reparos giran

deshacen y renacen figuras.

Sentir.

Giran mis palabras en tus labios.

Fluyen

suaves ante mí

tus suaves reparos.

Sentir.

Fluir

(amo tus sombras)

Ecos

(soñados al alba)

Sensación.

Inercia.

En mis horas.

Ángel de luz

(me dejo llevar)

En mis ocasos.

A media luz

Imágen y Diseño Fotográfico
Diego Martín Antón

A media luz

Ángel de las noches presurosas
alas de las alboradas claras,
recobijo de estos versos inquietos.
Retoño dúctil, labios frescos y miradas.

En tu cuerpo laberintos nuevos,
sinuosidad continúa y aliento.
Miel de mis deseos, dulce calma.

Admiro las sombras difusas
posándose en tu espalda.
Claroscuros, versos y alma.

Tu piel es la fuente digna,
el tintero de mis palabras,
tu voz, suave intelecto.
Ángel, canción… Madrugadas.

Exilios

Pintura: Mariam Maldonado Sandoval (México)

Exilios

Ostracismos endebles

fluyen incoherentes

desde mi alma,

asoman nuevos retos.

Tertulias sin palabras.

En el ego impulsivo

las razones atán,

elipsis de mi ser.

Déjà vu proclaman.

Carrusel de mis silencios

imágenes ocultas desatan,

rueda de mi tiempo.

Figuras de mis ansías.

Paco

Paco

Intromisión sin farsas,
pulcros destinos
embozan fe.
Calan plegarías.

La necesidad cotidiana
conmueven razones,
claudica falacias.

Dar por quienes dan,
sonrisas sinceras.
Oro de nuestro mañana.

Niños esperanzados
no deben aguardar,
sueños inminentes
a diario se apagan.

Hay muchas razones honestas
por las que debemos luchar,
brindarnos pleno, a conciencia.
Ayudar nos ayudará mañana.

Intromisión sin falacias,
niños descalzos juegan
a orillas de las desgracias.

Diego Martín Antón
Argentina

Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama

Blasón

Blasón

Eje de mi vida,

circunstancias.

He vivido

de momentos.

Tinta derramada.

Cada letra escrita

me desnuda,

me desangra.

Salpicando

a mis silencios,

encierro propio.

Nostalgias.

Gotas de tinta

sin tintero,

pluma y espadas.

Este escudo

que sostengo.

Se desarma.

Tormentos

Tormentos

Busco en las chispas inoportunas
las tormentas mas claras,
mis manos son aguaceros
y al matiz esquivo
de un cielo incierto.
Señalan.

Nubes distantes giran entramadas,
rayos cegados por luces ceñidas.
Implosiones de cuerpos y almas.

Bailan las sombras distantes
bajo un desvarío ajeno,
momentos fugaces.
Para otras miradas.

La lluvia inminente
cala en mis ojos,
sus gotas yacen
en mis desiertos.
Descansan.

No hay barro ingobernable,
porque mis pies moldean
los pasos vivos de mi ayer.
Las huellas profanas.

Tormentas difusas
de mis tormentos,
nuevas y viejas.
Jactancias.

Seguiré buscando
la chispa adecuada,
en las bardas del silencio
en el vientos que me atrapan.

Dicen que después de todo tormento…
Nos llega oportuna, la diosa calma.

Fortuna

Fortuna

De mi tinta fresca

las ansías claras,

recuerdo al mar.

Sus mareas calmas.

De mi fe constante,

sus esperanzas,

ecos de mi despertar.

Presente e infancia.

Mirando más allá

ojos cautivos,

mirando más allá.

Existe el alma.

Voces de un germinar

luces convergen mañana,

abrazo a su despertar.

Tesoro, para mi alma.

Razón de Ser

Razón de Ser

Al calor existencial
de tus palabras,
mis silencios
oportunos.
Oírte… es la razón de mi mundo.

Al abrazo constante
de tu alma,
mis sueños
taciturnos.
Tenerte… es la razón de mi mundo.

Perderme en tu voz,
en tu presente,
diagramando
un futuro.
Pensarte… es la razón de mi mundo.

Eva

Eva

Regalarte mi costilla

y explorar tu mundo,

descubrirte mas allá

de los cuerpos desnudos.

Manzanas al cruzar

descalzos tugurios,

mordemos sin pensar

si nos será oportuno.

Almas y desmán,

fuego y sumos,

te declaro culpable

de enseñarme amar.

De este edén obtuso.

Verte caminar, sonreír,

maldecir,consentir,

vivir y soñar.

Es la mejor perdición

que pude haber obtenido.

¡Quien fuera a pensar… que una costilla!

Me regalara un mundo.

Del amor y sus zozobras

Del amor y sus zozobras
(Resquemores)

He aprendido a solfear
latidos por palabras,
a narrar silencios viejos.
Envolviéndome en la nada

Aprendí a recordar mí ayer,
olvidando irrealidades frías
dormidas en algún rincón.
De mi cama blanda.

Quizás amé por introspección,
soñé sin esperanzas, sin ilusión,
tal vez por crudo y confuso temor.
De no dañarte repentinamente el alma.

He aprendido a recordarte una vez más,
ahora sé, que el tiempo nos permite amar.
Es por ello, que en unos ojos sinceros
encontré el valor y el meritorio desvelo
para escribirte lo que siento, en esta carta.

Por eso hoy te recuerdo, mí ayer…
Han sido muchas noches largas
en las cuales contemple el mutismo
y el impúdico rigor de no tener nada.

¡Sí supieras, la felicidad ha llegado!
Me despierto como un niño ilusionado,
abrazando con ansías a una persona mágica
que su corazón honesto me ha entregado.

Ojala comprendas algún día mi relato…
Porque tengo el deber de agradecerte,
no una vez, sino más de mil veces.
Todo lo que me has enseñado.

Será que gracias a tus resquemores,
a tus eternas y dolientes confusiones,
he aprendido a respetar, a disfrutar.
A el amor sincero, sin sus resquemores.

Vetas de mi Alma

Vetas de mi Alma

(NO A LA MINA)

Tierra mía, ávidos ajenos vienen por tu alma,

son buitres ambiciosos de riquezas y sueños

que hacen sus antesalas en nuestros cielos.

Sin importarles la vida, o el mañana.

Tierra mía, huellas sangrarán descalzas,

enviciarán nuestros alientos sinceros

y en la profundidad de tus ríos viajeros.

Desechos nuevos, conllevarán plegarias.

Profanarán el matiz existencial de nuestra naturaleza amada,

las sanas mesetas serán retretes permeables e inmensos

ya que una herida profunda irrumpirá tajante en tu suelo.

Para hacer renacer un dolor venidero, en forma de llagas.

¿Tierra mía, que quedará de nuestras plegarías?

De tus valles sinceros, de tus bosques, desiertos…

De tus hijos, animales, de tus aguas claras…

¿Porqué se han empeñado en dañarte el alma?

Nos hablan de las sanas riquezas que habitan en el suelo,

pero jamás nos han hablado, ni nos hablarán del veneno

que avanzará silencioso bajo y sobre nuestros huesos.

¡Ni siquiera el derecho a vivir de nuestros hijos les basta!

Tierra mía, ya han comenzado a profanar tu calma,

se avistan carroñeros defecando miserias al vuelo

y luego se refugian bajo las alas de nuevos ciegos.

Que hoy sin comprenderlo, apañan futuras desgracias.

¡Tierra mía… Patagonia libre y pulcra te llaman!

Tu naturaleza es nuestro más preciado tesoro

y somos nosotros, tus hijos directos.

Quienes velaremos por tu alma.

Llegada

En memoría de Luis E. Borja ( Catalunya )

Llegada

Voy caminando al borde de este abismo…
Disgregando realidades absurdas,
que se ciñen grises, efímeras y difusas.
Porque lucho para existir a mi modo.

Hay veces que se pisan baldosones flojos
y se lucha por la libertad de expresarse
aunque el viento invernal nos castigue un poco.

De donde hoy provengo,
he visto hojas deshechas,
desnudadas del temor cotidiano.
Destrozadas por su propio odio.

He caminado veredas desparejas,
en las cuales solo transitan bestias
y a su paso firme se degluten todo.

Caminando, al filo de este mundo roto…
Voy tras las huellas correctas,
porque si uno acude a su decencia.
Llegará a su meta final, sin aplomos.

Sol

Sol

En la cúspide de las soledades

las paredes absorbían palabras,

mi cuarto era un universo irremediable.

Las confusiones sacudían el cristal de mi ventana.

La música, rasguños que el viento clamaba,

acunaba en mi piel viejas caricias perdidas

y en mi rutina egoísta excluía al mañana.

En la desolación constante y cotidiana,

días grises fueron testigos sinceros

del dolor que apuntalaba mi alma.

Pero un día decidí sonreír y ser feliz,

fue difícil cargar con mis miedos

sin siquiera saber que me esperaba.

Corrí las cortinas de la desolación,

abrí con recelos mi mirada.

Hacia la ventana gris

lleve este corazón.

La luz encendió mi alma.

Mis ojos se blandían

ante el halo seguro del sol

y mas allá del reflejo matinal

descubrí otras miradas.

Y supe al fin despertar,

letargos de sueños,

sensaciones maravilladas.

Le dí libertad a mi corazón,

descubrí que el sol

siempre sale en la ilusión

de nuevas miradas.

Mareas Vacilantes

Diseño de Imagen
Diego Martín Antón

Mareas Vacilantes

Creo... y a veces pienso;
Que solo hay que abrirse
a este mundo confuso,
tomando sus partes iguales.

Congeniar forzados
con su ira cautiva,
no nos librará
de sus males.

Como a una nuez madura,
hay que saber golpear
sus bordes rígidos
y probar a que sabe.

Abrirnos al mundo,
en circunstancias
sinceras y reales.

Quizás, realizar un deje
de nuestros egoísmos
nos enseñará a probar
verdades inigualables.

Hay que encontrar
sus fuertes comisuras
y sobre el cascarón.
Navegar los mares.

Abú

Poema del Libro Lunera

A Doña María Lidia... en su memoría.
A mi Madre y todas las Mamás en su día.

Abú

Roble de mi alma,

razón, valor y ejemplo.

El cielo se ha llevado tus abrazos

pero en el alma nos ha dejado,

por siempre tu amor eterno.

Madres de las madres

mujer de las flores y el hierro,

somos sangre de tu sangre,

fragmentos de tus sueños.

La fe que has pregonado,

entre dogmas pragmáticos

basado en el amor y el respeto.

Serán por siempre tu legado

para estos simientes mimados

que hoy extrañan tus besos.

Madre de las madres

mujer de las flores y el hierro,

somos sangre de tu sangre.

Semillas de tus cimientos.