Descubrí
un sol,
horizontes
nuevos,
cielos
azules,
nubes
en retroceso.
Había
agua,
ya no
emanaba
de mis
ojos
ciegos.
Comprendí
que hay
ríos
de promesas
arribando
a mi puerto.
Nacieron
estrellas
fugaces,
un barco
pequeño
y viajero.
Me enamore
de una luna
perlada
de luz
y anhelos.
Vislumbre
a mis anchas
lo pasado,
mi tiempo.
Y partí…
sin dudar,
hacia mar
abierto.
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