Copas Rotas
La noche constante
pretende con ansías
robarme tus sombras.
Se lleva mis latidos,
desnuda mi alma
suspira su aroma.
La luna vacía
cruza el vergel
presurosa.
Se lleva la noche
las mieles, la sal.
En su copa.
Vacías mis manos
extrañan su cuerpo.
Añoran su impronta.
2 comentarios:
Qué poema. Qué suave deslizarse por la melancolía que no devasta hiriente, sino que recuerda, que denota el vacío.
Antón, qué poeta. No ya en ciernes, sino POETA.
que poema, suave, pero profundo....
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