Pintura: Tomas Gimbernat
Sentidos
Le doy
minutos
a mi tiempo.
Inmóvil
siento
al aire
circundar.
Mi aliento.
Un eco
casual
le susurra
ironías
a mis versos.
Puedo
escribir
y soñar.
Despierto.
Poesía Patagónica
Lea, reflexione y deje una opinión. En comentarios, al pie de cada poesía.
Interactuar con el lector, es sin dudar. La esencia de esta página.
Sentidos
Le doy
minutos
a mi tiempo.
Inmóvil
siento
al aire
circundar.
Mi aliento.
Un eco
casual
le susurra
ironías
a mis versos.
Puedo
escribir
y soñar.
Despierto.
Diseño Imágen:
Diego Martín Antón
Abstracción
Introspección
al corazón.
Amor
eterno.
Los sigilos,
la soledad,
oscurecen
los deseos.
Mira
al mundo
girar.
¿Eres pleno?
Responde
con tú
verdad.
¿Amas,
o amarás?
Algún
corazón
sincero.
Rimel
Invernal
mis horas
perdidas.
Acechan
sin pudor
las sombras.
Mi acecho.
En tu cuerpo
expectante,
primaveras
decoradas.
Observo.
Elevarán
tus senos,
pétalos
e inciensos.
Aromas,
miradas,
colores.
Aciertos.
Tus ojos
transportan
mi alma.
Mi gestos.
Me llevan
a un edén,
de ilusiones
primarias.
Te miro,
me dejo
llevar.
Perplejo.
Despertar
Muchas
veces
la vida
se rinde
ante la nada,
nos sentimos
confusos
y ciegos.
Hasta
el aliento
nos falta.
Miramos
fijamente
la pared,
el techo
nos oprime,
relojeamos
con temor
la ventana.
Todo
parece
a nuestro
lado
pasar.
Sin siquiera,
dejarnos
nada.
Pero son
esos fríos
momentos
en los que
debemos
hurgar
en nuestras
almas.
Todo
vale
de intentos.
Una vez más.
Vivir
es caer
y estar
de pie
cada
mañana.
Es caminar,
unos pasos
para abrir
con ilusión
la ventana.
Siempre
hay pasos
para dar.
Siempre
encontrarás
la ventana.
Manantial
Un color,
mil deseos,
una voz,
cien pretextos.
¿Vivir, sin ti?
Huellas
indecorosas
arreándome
al desierto.
Un oasis,
una ilusión.
Agua fresca
de tus besos.
Mordiscos
Ser,
y no ser.
Sincero.
Simples
palabras
escupen
verdades.
Al cielo.
Ser,
o no ser.
Tu tiempo.
Las sombras
envenenan
mañanas,
anochecen
mis versos
inquietos.
Ser,
sin ser.
Faldero.
No soy
de esos
que busca
hociquear.
Rabos ajenos.
Pintura: Rene Magritte
Crepuscular
Rotar
plegarias
sucumbiendo
a encierros.
Alas
giran
al alba.
Frágil,
silente,
despierto.
Mirar
atisbos
causales.
Niego.
Perdido
en el halo
del silencio.
Espero.
Diseño: F. Yamashita
TXT
Gotas
de tinta,
pliegos
en sonatas.
Expresión
en las venas,
letras
por palabras.
Indago
efectos
inminentes.
Plasmo
bosquejos
en mi alma.
Diseño:
Diego Martín Antón
A Contramano
Calle
abajo,
cuesta
arriba.
La vida
enseña
a diario.
Premisas.
Cielo
arriba,
tierra
abajo.
Los pasos,
las alas,
circundan.
Salidas.
Puedo
volar,
caminar
soñando.
Así,
de didáctica
interactúan.
Los días.
Pero soy
prisionero
de mis miedos.
De una
realidad
que se
torna
esquiva.
Puedo
volar,
soñar
descalzo.
Así, es la vida.
Dibujo/Diseño:
Diego Martín Antón
Naufrago
Tu piel,
resguardo
del sol,
latente.
Mi fuego.
Tu labios,
faro
esencial,
sensación
elocuente.
Silencios.
Me pesa
naufragar
inmerso,
en estas
aguas
frías.
Espero.
Tengo
congelada
el alma,
sin tus
orillas.
Pretextos.
Guía
mi corazón
cansado,
me hundo,
me apago.
Muero.
Sin tu
norte,
a la deriva.
Ciego.
Observar, escuchar y describir momentos... Dicen que es parte esencial del aprendizaje para ser un buen autor y perdurar ante los embates prejuiciosos del tiempo.
Sentir es lo primordial, vivir lo genuino y corregirnos diariamente, es a mi humilde parecer, un ejercicio pleno.
Me he preguntado muchas veces... ¿Quien juzga al buen escritor de otros que ni siquiera intentarán algún día serlo? Respetar, y luego leer con el corazón dispuesto, sin tabúes ni mezquindades los nuevos textos. Pienso que tener interés en lo que se busca leer, da la vocación de un buen lector y es esa la medida exacta para satisfacer a quienes indaguen en mis letras un remanso para su tiempo.
A lo largo de mis años – que por cierto no son tantos – he aprendido que hay muchos eruditos en el arte de la literatura y soy conciente que hay también personas que desconocen las formas básicas de una oración. Pero creo fervientemente que un escritor debe saber llegar a las fibras íntimas de todos sus lectores, sean estos idóneos o no.
Escribir y ser leído es una satisfacción inenarrable, se crea un nexo de sensaciones mágicas, interactuando entre las palabras y los hechos। Es por ello, amigo lector… las cosas que escribo nacen para ser leídas bajos estos claros contextos. Sentir, tomar propio cada poema y dejarse inducir por sus convenientes sentimientos.
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Diego Martín Antón