Diego Martín Antón
El que omite
por omisión
engaña,
el que dice
por decir.
Daña.
A ese
que odia,
su rencor,
se lo deglute
con ansias.
Al que ama,
por dolor,
su soledad
lo abraza.
Al que apuesta
a perder,
gana
dolor.
En su alma.
El que niega
su verdad,
un resquemor.
Una piedra.
En su mano
desnuda
y tibia.
Descansa.
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